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domingo, junio 13, 2010

Crash

Es bonita esa idea que te ha metido el cine y los libros en la cabeza. Esa idea de que si te comportas bien, por mucho esfuerzo que te suponga, al final la recompensa es un "final feliz" (y no me refiero al sentido de final feliz que puede tener en en la frase "masaje sensitivo con final feliz"). Y que habrá alguien mirándote al otro lado de la pantalla/pagina, con una sonrisa en la cara, que apruebe tu comportamiento de buen samaritano.
Porque la mayoría de las veces no va a haber nadie para verlo.
Porque la mayoría de las veces, nadie sabrá incluso que lo hayas hecho.

Siempre nos quedara la esperanza de que el Karma sea algo más que una palabra.

12 comentarios:

Carola dijo...

tu crees que eso se lo debamos al cine y a los libros?
he leido y he ido al cine como una demente pero no relaciono una cosa con la otra, siempre he pensado que el cine y los libros nos transportan a lugares inimaginables para vivir situaciones extraordinarias que de otra forma sería imposible.
Final feliz va de la mano con lo que uno realmente necesita (y que no es igual a lo que uno quiere o desea), pero no siempre lo aceptamos ni lo vemos así.

Saludos =)

Roci dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Roci dijo...

Sinceramente no creo en absoluto en el Karma, no estaría nada mal que existiese porque aunque no fuese de corazón, la gente actuaría mucho mejor y no sería este mundo como es. Donde el dinero es lo primero. El desencadenante de que ocupe el primer puesto de la lista de "Cabronadas Humanas" es un caos flipante en la "moral" de las personas y por tanto de sus vidas y sus actuaciones.

La peli, la ví con unos amigos que ya la habían visto tropocientas veces y que no se cansan de verla, el otro día seguían admitiendo que era buena, por no decir su película preferida. Para gustos colores, a mi me pareció una peli hecha exclusivamente para vender y gustar a todos. Supongo que los finales felices en la vida real suelen ser bastante distintos y creo que muchas veces nosotros somos los que tenemos el poder de decidir si son felices o no. Muchas veces el ser optimista o negativo es lo que determina el desenlace de las historias.

Anónimo dijo...

Eso es precisamente una de las cosas que frustra nuestro vivir diario, que nada sirve de mucho, por no decir de nada. Pero el que nadie vea o apruebe lo que hagamos..nos incita a vernos a nosotros mismos desde afuera y para nosotros. Distintas perspectivas en una sola, la nuestra.
Y lo del karma, no estoy muy segura, pero la vida tiene una manera muy peculiar de hacer justicia, casi nunca como realmente quisieramos nosotros.

:3 dijo...

Cada uno vive su propio cúmulo de recompensas personales que, al menos, en mi caso, resultan mayoritariamente imposibles de compartir.

Por supuesto, ni mucho menos eso lleva implicito el que lo que haga o deje de hacer sea algo bien visto.

Pero si me ciñiese a tales estrechuras... no habría vivido lo que quiero vivir.

Uno puede pararse a pensar en los demás y su mundo, y cuanto nos gustan o disgustan los platos que se nos sirven; hasta que se cansa de hacerlo.

Aitor Maiden dijo...

Por éso hay que saber qué leer y qué ver, hay que ser selectivo.

Anónimo dijo...

No hay recompensa, ni creo que debiera haberla. El acto en sí mismo es el que debe tener sentido.

Mi madre se dedicó a cuidar de mi padre y de mi durante toda su vida. Sus últimos dos años de vida los pasó con medio pulmón menos, muy probablemente por la cantidad de disgustos que unos y otros la dábamos, que la llevaban a encender un cigarro tras otro. Y se fue sin quejarse, salió por la puerta preocupada por su gata. Y no volvió. Y no creo que quisiera más recompensa que saberse querida. Y espero que supiera lo mucho que la necesitábamos aquí.

No escribirán su nombre en los libros de historia, pero hizo de su vida un camino lleno de amor. Jamás la mencionarán los telediarios, pero fue más importante que los banqueros, políticos y demás gentuza que se cree alguien. ¿Injusto? Puede. Es una palabra, si quieres que algo quepa en ella no tienes más que empujar. Pero, al final, la vida es así. Y, por lo menos a mi, su ejemplo me sirve para saber que lo importante está aquí y ahora. Y que se puede enseñar a la gente a amar de verdad. Sin obligaciones ni ataduras. Y espero que algún día lo aprendamos todos.

:3 dijo...

El sentido es una recompensa en sí para cada uno.

"la Busqueda del sentido"

Selectivos somos desde que nacemos.


La tendencia esa que suele predicarse hacia la adoración de ídolos de barro es sólo un mero producto del estado desde siempre.

Los verdaderos ídolos, los verdaderos heroes, para cada uno de nosotros, ya sabemos cuales són.

Somos estelas en la mar, y desde ese lugar es desde el que debemos reconocer lo que significamos.

Srta. Bernnett dijo...

Yo creo en la buena y la mala suerte, hay gente que sí tiene esas recompensas (Yo) o simplemente las sabe ver. Y si.. el cine tiene la culpa de muchas cosas.. por ejemplo, Dirty Dancing.. normalmente el que tiene pinta de macarra es un macarra y punto, no hay un hombre honesto, bueno y leal debajo de la apariencia. Las interferencias de este tipo no te dejan ver la realidad.

neko dijo...

antes era la idea de que un Dios nos observaba desde ahi arriba el que hacía que la gente se comportara bien, básicamente por puro (y ridículo) miedo.

La gente necesita mentiras para suplir la falta de sentido de su vida, y lo que nos ofrece la tele y la literatura es una buena forma de evasión de la realidad: que no hay finales felices, solo gente que se conforma con más o menos y gente con mas o menos suerte

Anónimo dijo...

completamente de acuerdo con neko, ja..es algo triste y frustrante..pero cierto

Anónimo dijo...

Eh, qué pasa Secks. Hoy he soñado contigo, y tal.

Un amigo (tú) me invitaba a Santiago de Chile unos días. Ya sé que no tiene puto sentido porque tú eres argentino, pero en el jodido sueño sonaba de lo más normal. Bueno, pues iba a Santiago de Chile y todo era jodidamente maravilloso. Me di cuenta de que en ese lugar podría comenzar de nuevo. Daba un paseo por la jodida ciudad y la verdad es que todo era parecido a como debe ser SDC irl, sabes. Bueno, cuando volvía de mi paseo a tu casa me desperté, vaya puta resaca que tenía. El caso es que estaba pensando al final del sueño en mudarme a SDC a currar, porque hacían falta fontaneros y tal.

Un saludo desde Leith.