Se me remueve por dentro cada vez que la veo. No es normal, está claro. Y me dan ganas de, cada vez que se me acerca tanto tanto para hablarme que noto como su nariz roza mi mejilla (y si me apuras, llego a notar sus labios moverse)... en esos moméntos, me entran ganas de darle un beso. Y poder abrazarla. Y poder decirle: hey, yo también te entiendo. O, Escorpio y Piscis suelen funcionar bien. O alguna gilipollez de esas, para verla sonreir, como sólo ella sabe. Y poder acariciarla, y perderme en sus rizos infinitos.
Pero de momento, tengo que superar ese escollo de pensar que te estoy traicionando.Y se me está haciendo muy cuesta arriba. Supongo que será cuestión de personalidades. A ti no te ha costado mucho superarlo, ¿verdad?
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Escuchando: Winamp - Code 64 - In Your Arms
2 comentarios:
Superar ese escollo de sentir que la estás traicionando es fácil. Piensa en lo agradable que es traicionar a alguien que se lo merece.
es cuestión de que aún te estás recomponiendo el corazón y está frágil.
Apuntálalo y dale un beso, hombre.
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