Últimamente estoy agotado mentalmente a un nivel al que pocas veces antes me había visto sometido. Con un destroce mental del copetín, que diría Sergio. Las cosas no van todo lo bien que se supone que deberían ir en el trabajo. Y cada vez veo que el tiempo pasa más y más rápido, y yo sigo igual, que no avanzo. Que sí, que en algunas cosas no me puedo quejar. Pero en otras tengo un muy deficiente.
¿Una crisis existencial más?
¿Mala gestión de las oportunidades?
Vivimos tiempos complicados como para no tener las cosas claras. Como para ser indeciso. Mejor cerrar los ojos y tirar p'alante. Y ya veremos como esquivamos las cornadas.