No doy señales ya. A veces me dan ganas de cerrar el blog. Pero cuando llega la hora de la verdad... me da pena.
No se, parecerá una tontería, pero a veces creo que no seria el yo de ahora, si hace casi nueve años, aquel domingo de hastío, en lugar de darme por escribir aqui, me hubiese dado por, yo que se... salir a correr, por ejemplo. Aunque, quién sabe... ¡Igual ahora estaría en mejor forma física si hubiese elegido la segunda opción!
Supongo que para mi, esto es algo así como el apéndice: por mucho que sepas que no lo necesites, no por ello te lo haces quitar.
Además, de vez en cuando miro para atras. Recuerdo cosas que ya había olvidado. Me enfado, me rio, me pogo algo triste, o me alegro... todo releyendo.
En fin, hasta la próxima Comparto antes de irme, una canción contigo. Porque si, porque me apetece que la oigas.
5 comentarios:
Se te echa de menos, de todas formas para cuando comence a "seguirte" ya no publicabas mucho, así que te he estado leyendo casi como tú cuando te relees :P
Yo me he vuelto a blogger again, mucha gente se pregunta "pa qué" y me recomiendan hacerme una página Facebook ya que esto ha dejado de ser novedoso, vamos a dejarlo en un :S
Si alguna vez te da una picada de borrártelo, exportátelo antes si puedes que después te puede dar penica no haberlo hecho (yo inmole el mío XDD). Un saludo!
la inmolación es catártica, como soltar un zurullo y estirar de la cadena.
totalmente recomendable.
a eso se le puede llamar autotrolleo
Todo lo perecedero clama al cielo por no serlo, mientras la vida, que no los otros, le trollea las entrañas. Aun así, hay un después de tal contradicción.
Te entiendo perfectamente Gus
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