Y llega un día, que te levantas con el pie izquierdo. Y miras el despertador, y ves que la hora centellea. Y miras la hora en el móvil. Cojonudo. Se ha ido la luz. Y vuelves a llegara tarde al trabajo. Cojonudisimo, si señor.
Y evitas todo lo evitable. Y te vistes, y sales corriendo. Y el coche no te arranca. Y sales echando hostias en dirección a la parada del autobús.Y ves como se va, lenta pero inexorablemente. A ese ritmo tranquilo que llevan los autobuses, cuando los ves desde la parada... los ves marcharse. Le dices adiós. Con la mano. Igual que haría un pequeño niño mongólico.
Los días así no merece la pena levantarse.
Y llega un día, que a la vuelta del trabajo, abres la puerta de casa, y ves que falta algún que otro cuadro. Algún que otro objeto de decoración.Y hay mucha ropa revuelta encima de la cama. Y ves una nota sujeta a un imán de la nevera. Y aunque no la leas más que por encima, ya sabes lo que pone. La misma historia de siempre.
Eres lo mejor que me ha pasado en la vida PERO...
Siempre has sido un tío con capacidad para encontrar el detalle verdaderamente importante en cada frase, cada verso, cada párrafo. Una capacidad innata para encontrar el titular natural de la noticia.
Los días así, no merece la pena volver de trabajar.
Y llega otro día, que sales a tomarte una copa, y conoces a la que crees que es la mujer de tu vida de ESA noche. Y os lo pasáis de puta madre. Y no pasa nada mas, pero cambiáis teléfonos. Y pasan los días, y volvéis a quedar. Y vais a cenar. El clásico restaurante bonito, e intimo, pero no muy caro. Las típicas copas de vino. Y la tontería que va a más. Y el clásico ¿porqué no subes a tomarte la última a mi casa? se deja oir. Y cuando estáis abriendo la puerta, ya estáis enzarzados. Y cerráis la puerta como buenamente podéis. Y cuando le quitas ese vestidito tan mono... y le quitas la ropa interior... te das cuenta de que tiene una polla aun más grande que la tuya. Y que no pasa nada, que se va a operar. Que nació mujer encerrada en el cuerpo de un hombre.
Créeme si te digo que hay días que es mejor no salir a tomarse una copa.
Por eso, cuando las cosas te salen bien, tienes miedo. Estas expectante. ¿Que es lo que va a pasar?¿De que manera se va a joder todo?¿Por que flanco vendrá la hostia?
Es por eso que los días que pasarán a la historia de tu vida, esos que recordarás siempre.... esos que recordarlos te provocaran una sonrisa. Incluso esos días, los vivirás con la mosca detrás de la oreja. Por si acaso.
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Escuchando: Sero Overdose - We
via FoxyTunes
2 comentarios:
Porque todos sabemos que cuando las cosas van demasiado bien siempre hay algo que falla. Como cuando tienes un sueño demasiado bonito y piensas que no puede ser verdad, y te despiertas. Nunca está de más ser precavido.
Odio cuando el autobús se aleja lentamente de la parada. Como invitándote a que salgas corriendo detrás de él, para que en el último momento acelere y te quedes en tierra. Sí, deben de ser crueles los conductores, por naturaleza.
gus, gente como tu es un autentico peligro para la sociedad. no me tomes a mal, te explico por que:
-Tratas de vender como real una nocion irreal de la realidad.
-La lucha por esa irrealidad se convierte en motivación fundamental.
-La falta de exito convierte tu voluntad en apatía.
-Hollywood no eres tú.
-No pretendas ser Hollywood.
-Hay personas más abiertas al mundo que tú.
-Sois demasiado exigentes: vuestro objetivo es el placer mas alto, puro y duro. Ahora os toca desengancharos de tal droga, si os da la gana, claro.
a parte de la nocion comercialmente literaria que le imprimes a tus escritos generalmente, esa irrealidad tan fantasiosa y romantica, estoy de acuerdo en que, cuando las cosas van mas o menos bien, me aterro, por que, nunca lo fueron, por lo general.
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