Se habia quedado descolgado, una vez más. Pero había salido del paso, una vez más. Tirar de contactos a veces es importante. Ya lo dijo aquel gilipollas:
ten amigos hasta en el infierno.
El caso, es que se vio una vez mas alli, años despues, en un mundo que ya no era el suyo. Rodeado de capullos borrachos, con poco sentido del ridículo, y abuelas con estratos de maquillaje. Una vez más. La última vez que había estado alli, se había prometido que seria eso mismo... la última vez. Pero siempre fue un tipo con promesas de muy poca calidad.
El caso es que estaba alli, hablando con aquel típo, mientras el otro, hablaba con la chica:
-¿Vamos para abajo un rato, si?
-¿Qué hora tienes?
-Las 5.
-Na, yo me largo
-Nosotros nos vamos tambien en un rato, vamos abajo y nos piramos.
-Na, me largo ya, porque...
Y de repente, notan ambos como los empujan. Asi que miran y ven a aquel otro tío, sujetando a la tipa aquella. Se miran todos y se dan cuenta de que la tía se ha desmayado. La levantan. Pesa un huevo y medio. La peña de alrededor suda de todo una mierda. Solo les interesa su priva, sus solos de guitarra de aire, y las tetas de la rubia de al lado de los altvoces.
Continuan con su camino. Llegan a la conclusión de que todo lo que se dice sobre los pesos muertos, es totalmente cierto. La arrastran fuera. Nada mas darle el aire vuelve en sí:
-¿Qué pasa?
El tío de la puerta, le baja la camiseta, que se le habia subido un poco... cosas que tiene
ARRASTRAR A UNA TIA DE UN GARITO PETADO.
-Se puede ser un poco mas discreto -dice el muy cachondo-
El festival del humor continua:
-Oye, tu no tendras eso de la azucar en la sangre que se te sube y te dan cosas, ¿verdad? Por sacarte unos caramelos que tenemos dentro.
Lo miran un poco raro y deciden najar de alli.
-Ya decía yo -dijo- que era una buena hora para pirarse.
[Escuchando: Nine Inch Nails - The Fragile (Right) - Into The Void (4:48)]