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sábado, julio 01, 2006

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Casualidades de la vida, yo nací un calido día de verano, tambien un 16 de marzo, y tambien del año 81. Da la casualidad de que a las 19:45. En aquel momento, decidi salir del útero de mi madre, porque no me parecía decente seguir viviendo como un parásito.
En el momento en el que el médico me sujetaba en volandas y me proporcionaba sendos cachetes en las nalgas izquierda y derecha, le salude con un cordial buenas tardes señor doctor, espero no haber sido un parto demasiado complicado, mientras de reojo, miraba a mi agotada madre, que a su vez me observaba con los ojos con los que te puede contemplar una persona que acaba de expulsar por un orificio no especialmente amplio de su cuerpo algo del tamaño de un melón grande o una sandía pequeña, pero que a la vez, se siente orgullosa por la educación que has demostrado, dejandola en buen lugar.
El doctor, un poco desconcertado, me dijo: No lo entiendo, ¡no deberías poder hablar! La mayoría de los niños no empiezan a hacerlo hasta pasado
entre 1 y 3 años...
. Oído ésto, me pareció que una persona que habia estudiado una carrera de 8 años debía saber de lo que hablaba, asi que decidí no volver a articular palabra hasta pasados año y medio aproximadamente.

[Escuchando: Simon & Shaker - Zero - Zero (Original Mix) (0:-1)]

10 comentarios:

Anónimo dijo...

:D

Deyector dijo...

Una pena que las madres de la gran mayoría no puedan estar tan orgullosos, y que los demás no podamos disfrutar de su consideración al mantener sus bocazas cerradas.
Mi más sincera enhorabuena a su señora madre, que hizo un gran trabajo

Anónimo dijo...

Ahora leo esto xD. En fin, desde mi punto de vista, mala elección la de salir del útero. Por la época yo no era tan consciente como para decidir si salir o no, pero sin duda, de haber podido elegir, yo me hubiera quedado ahi dentro...

Bito dijo...

Pues debería usted haber seguido hablando, básicamente para demostrarle a ese hombre que perdió el tiempo estudiando todo, y para que se le bajaran los humos ¡joder! que no se puede aún seguir negando lo que se tiene delante. Los médicos, siempre con esa soberbia.

Gacela dijo...

Me ha recordado a unos libros que leí de nyaja sobre un bebé llamado Veva, que sabía hablar pero no lo hacía delante de los adultos para que no se asustaran :-)

Iced, mi mail es bellegacelle@hotmail.com Cuando quieras, la puerta está abierta :-)

Anónimo dijo...

Jajajajja, qué bueno.
Ahora que has vuelto a hablar, no te vuelvas loco de golpe, que a veces es bueno callarse y escuchar...:P

Anónimo dijo...

La de más arriba era yo, la Stu.

Anónimo dijo...

Yo a veces me pregunto si hablar realmente sirve para comunicar lo que pensamos. Otras me da lo mismo, porque estoy convencida de que la mayoría de las veces no pensamos nada digno de comunicar.

Anónimo dijo...

tu relato me ha recordado mucho a algo q leí de jardiel poncela, amor se escribe sin h, o a algún libro de eduardo mendoza.
¿has plagiado o teneis la misma inspiración? ;-)

Anónimo dijo...

tu puta vida es puta, y te jodes, por gilipollas.

todo consiste básicamente en eso: en el papel que decidimos representar.