¿Perfección?

No, no, no... no confundamos términos. Mosquearse porque ves cómo tratas tú a álguien, y cómo te trata a ti, es algo lógico si no ves reciprocidad. Si ya de primeras, me trata asi... más adelante, ¿que pasará? Si te sale del alma actuar así, y a mi ni se me ocurriría, es algo bastante significativo. En cuanto a contraste de personalidades se refiere.
Eso ya te condiciona. Te condiciona en cuanto al nivel de confianza (de por sí bastante bajo, como con el resto de la humanidad, no te creas) que puedes llegar a tener con ése álguien. Te condiciona, a hacerte albergar cierta... duda. Cierta duda que te corroe. ¿Cuánto tardará ésto en irse a tomar por culo?¿Cúando será el día que me diga, vete a por higos?
Obviamente, éstos condicionantes, alteran el curso de los acontecimientos. Digamos que desequilibran la balanza.

Otra cosa, totalmente distinta, es el hecho de que por mosquearte, una relación pierda su categoría de perfecta. No conozco, a día de hoy, ningúna relación de pareja que JAMAS haya discutido, o cuyos miembros no se hayan mosqueado algúna vez el uno con el otro. Es parte de la sal de la pareja. Nadie es igual a nadie, y las diferencias de parecer, conllevan roces. La perfección de una pareja, creo desde mi humilde opinión, está más bien relacionada con otras cosas, mucho más profundas.
¿Hasta dónde estás dispuesto a sacrificarte por el otro?
¿Qué oportunidad estas dispuesto a dejar pasar?
¿Cómo te sientes ante la ausencia del otro?
¿Realmente concibes una vida entera a su lado?
¿Antepondrías tu felicidad por la de tu complemento?

Las discusiones, las peleas, las diferencias de opinión... eso es despreciable, no tiene la más minima importancia. Son situaciónes puntuales.
Siendo polos opuestos, personajes antagonístas en una novela dramática, una relación puede ser perfecta, si yo doy mi vida por ti, y (sobre todo) NO TENGO NINGUNA INCERTIDUMBRE DE QUE TU LA DARIAS POR MI.

Indrectamente creo que cuando estas envuelto en una relación que merece la pena, todo tu ser se transforma. Incluida tu propia personalidad. Todo el mundo lo nota. Todos te ven más alegre. Todos te notan cambiado. No eres tú. Eres un Supertú. Eres tal y como siempre has querído ser. Te sientes capaz de comerte el mundo. Porque sabes que está ahí. Que aunque te destrocen el cuerpo y estes a punto de morir, vas a seguir adelante, porque sabes que alguien te va a curar las heridas. Y que aunque te mueras, vas a haber logrado realizar el objetivo que tenemos todos. Encontrarnos.

Pero a veces somos tán miópes... tán cegatos... tán acojonados... que el símple miedo a que nos cambien, aunque sea para bien, nos hace intentar volver a lo de siempre. Con excusas baratas, argumentos de coña, o símplemente, porque sí.

Rechazar lo que durante toda la historia ha buscado cada individuo de la humanidad. Así somos.

Vámos, todo éste coñazo, viene a decir que puede haber un primer gran mosqueo... un segundo... un vigesimotercer gran mosqueo... ¿Qué más dá cuántos?
Lo que núnca puede haber, es dudas en cuánto a la pregunta básica:
¿Reálmente me quieres?

----------------
Escuchando: Winamp - Lost Signal - Unfulfilled