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jueves, enero 26, 2006

Conviertete en un enfermo como yo (2)

No te agradará el aroma dulzón a leche materna de los bebés


En la linea de lo de ayer, no creo que la educación sea propia de señoritos. Es más, la mayoría de lo que creo que se entiende por "señoritos" con los que he tenido la suerte (porque de todo siempre se aprende algo) de cruzarme, carecía de las mas básicas normas de educacion. Tratar al projimo con corrección, hace el trato mas agradable. Suaviza las tensiones. Elimina reticencias.

Al menos, lo digo desde mi propia experiencia. Hablando de mi en concreto, si determinado individuo se dirige con correccion, recibira un trato, y si se dirige cual makoki moncloíta, otro totalmente distinto.

¿Que qué es un makoki? Eso, amigo mio, es harina de otro costal...

[Escuchando: Rotersand - - Almost Violent (Psyche Remix) (6:14)]

13 comentarios:

Deyector dijo...

la hijadeputa más maleducada que conozco conoce todas las reglas de urbanidad y come con toda corrección y es muy repija, pero trata a los demas sin ninguna consideración y cree que hay algunos inferiores a ella

Gacela dijo...

Por eso decía lo que decía. Hay gente que desde su elevadísima posición, desde su conocimiento de pe a pa del manual de los buenos modales (y a veces desde su usted dicho con retintin) se saltan todas las normas de convivencia y respeto.

Y si la corrección suaviza tensiones, no te digo ya el respeto real, más allá de las meras formas. Y una sonrisa, ni te cuento. :-)

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo con lo de las pijorras de mierda que te miran por encima del hombro y te vomitan cualquier soplapollez como "ay!, perdona... -y se les escapa un- ...ah" después de pisarte, escupirte o tirarte algo por encima. Superafavor de las sonrisas.

Abby dijo...

Yo lo séeeeeeeee, lo que es makokiiiiiii.
Y que vale, que voy a empezar a ser más como tú, eh? Creo que me va a ir mejor.

Anónimo dijo...

Eres un tío fino y bien educado.
Me gustaría que llegaras muy alto porque sé que podrías, dentro de lo que para mí es llegar muy alto, claro.
Pero para llegar a un sitio primero hay que querer llegar.
Espero que consigas lo que realmente es importante para ti en la vida.
Para mí las formas son el envoltorio del bombón, pero nunca el bombón.´
Cuídate que ya está bien de catarros :-)
Sara

Anónimo dijo...

Muy bien hombre, muy bien.
Siglos ha que no me acercaba por tu página, y observo con agrado que sigue manteniendo los ingredientes que en su día me gustaban, a saber: la gramática aleatoria, aliñada con acentuación creativa (mis ejemplos favoritos: “núnca” y “guiónes”), la rabia irracional e injustificada hacia cosas como “puertas”, “palabras”, “gente que no conoces y con la que no has cruzado una palabra en tu puta vida”, etc, y, en definitiva, veo que sigues emperrado en tu personal batalla contra poetamaldito y contra la vida misma, batalla que tienes perdida de antemano (como todo el mundo, sólo que ellos no lo saben y tú sí). Es más, en tus últimos posts advierto con consternación, admiración y cierto orgullo (orgullo porque yo fui el que te pasó los libros de Welsh, que tan profundamente han modelado tu forma de expresarte y de sentir y, por tanto, algo tengo que ver en esta página, aunque sea indirectamente, te guste o no) que no sólo mantienes los antedichos elementos positivos, sino que con la práctica del oficio adquieres agudeza y precisión, convirtiendo cada nuevo texto en un afilado cuchillo que desgarra la desesperación del día a día, de los momentos insignificantes en los que nos perdemos. No sé si recordarás lo que dije cuando me preguntaste mi opinión sobre tu blog, hace un par de años: “está bien, pero podrías ser un poco menos lameculos”. También te hablé de mi teoría de los blogs, teoría que he ido refinando a lo largo del tiempo, hasta darle su forma actual, que es la que sigue: Un blog no es un diario; la misión del blog es transfigurar la mediocre y mezquina realidad cotidiana y convertirla en un arma arrojadiza, en un espejo que refleja burlonamente nuestra miseria, en un disparate sin pies ni cabeza que exorciza nuestro dolor más íntimo. En resumen: en literatura. Convertir esa realidad cotidiana en literatura. En una literatura que es como un puñetazo donde más duela. Y creo que vas por el buen camino, amigo.
Tras esta extensa e innecesaria disertación, plagada de retórica vacía y fabla arcaizante, no me queda más que despedirme. Sigue así y cuídate.

G.

Anónimo dijo...

eh, tío, perdona, creo que ayer me pasé con las tostarrica y escribí un comentario de lo más gilipollas. Sólo lo recuerdo fragmentariamente...

G.

Anónimo dijo...

JODER, AHORA ME ARREPIENTO DE MI ANTERIOR COMENTARIO. Cuando lo escribí estaba abrumado por la grandeza de mi prosa; pensé que ésta no sería bien aceptada, que no calaría entre el gran público y me convertiría en el hazmerreir de la Red. Pero ahora lo veo claro: soy un visionario, no me importa lo que piense nadie: he estado en el invierno y he vuelto, y ha sido un viaje JODIDAMENTE DIVERTIDO. Puedo decir lo que quiera porque ME LO HE GANADO.

Seguiré dándole a las tostarrica.

G.

Gus dijo...

Joder tio, por lo que veo, sigues siendo un puto psicopata en estado germinal. Por eso, siempre me caiste bien.

A ver si quedamos a tomar algo tio. Yo invito a la primera ronda de zumos de melocoton.

Anónimo dijo...

Eso está bien, porque te GARANTIZO que no habrá una segunda. Por cierto, me has dado envidia y he abierto un nuevo blog. Si finalmente escribo algo en él te pasaré la URL, aunque te aviso que seguramente sea un plagio de LA VIDA ES BELLA del genial Roberto Benigni.

Saludos.

on dijo...

Makoki moncloíta??? Juajuajua

Esa me la apunto. Por lo demás, asquerosamente de acuerdo.

Abby dijo...

Juajuajuajuajuajajajaja
me meo...

B. ni la vida es bella ni los amantes del círculo polar, algo así de buen rollo y superficial. Una rubia muy legal 2 no la he visto, qué dices? nos hacemos una velada con palomitas en tu kelly?

POR CIERTO ESTOY HASTA LAS NARCIES DEL SISTEMA DE CONTRASEÑAS.

Davy Jones dijo...

Jajajaja...Magnífico, señor G! Ganas me dan de abrir otro blog según sus premisas.

Amigos así lo califican a uno, señor Iced.