Otras veces, creo que soy Nino Quincampoix y no hago mas que pasar el rato, buscandome pasatiempos absurdos mientras espero a que mi Amelie particular irrumpa en mi vida. Y entonces todo tenga sentido.
Pero la verdad es que ni trabajo en un Quick Stop, ni Amelie existe, ni nada de nada. En días así es cuando me doy cuenta de que solo soy yo. Y que no me vendría mal la luz de un faro.
[Escuchando: the wallflowers - bringing down the horse - one headlight (5:12)]
4 comentarios:
Ahí estás tú, tranki que a veces nos pasa a todos, e incluso a veces nos da por pensar en convertirnos en un Tyler Durden de la vida.
Siempre será preferible cualquiera de ellos a Amadeo Saboya o Fermín Cejuela...
Yo tb me siento así como dices: Días deslizándose entre mis dedos, pasatiempos absurdos...(ahora salió por qué escribo)
Tú eres solo tú; con eso debería bastar. El único faro al que puedes acercarte es el de tu propia motivación. Quiero decir, tus amig@s están ahí, pero cada uno tiene su vida, y tú debes hacer la tuya.
Estoy segura de que vas a encontrar tu compañera.
Quiero decir, EL MUNDO NO ESTÁ COMO PARA PASAR POR ALTO UN TIPO COMO TÚ. ¡Búscala! Date a conocer, abandona la pasividad.
Tu amiga,
Sara
Yo también estoy continuamente comparándome con personajes ficticios, de hecho en mi vida virtual soy alguien en gran parte ficticio. Y bueno, te diría aún a riesgo de sonar como una listilla que esto no es una peli. Es nuestra vida. Y no me refiero ni siquiera a un blog por el que percibo probablemente un diez por ciento de la persona que eres, que me parece bastante maja, sino a todo, empezando por lo que ves cuando levantas la vista del teclado.
La vida es una puta, Iced, ya lo sabes.
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